Sr. Everardo Garza Guerra

Queremos compartir nuestra icertidumbre y angustia al enfretarnos a un acontecimiento fuera de nuestro contexto cotidiano – Un Ictus

Hoy es un día especial para todos los que fuimos invitados a este importante recinto y poder tener la oportunidad de compartir nuestra incertidumbre y angustia al enfrentarnos a un acontecimiento fuera de nuestro contexto cotidiano y que de manera directa involucró a seres queridos muy cercanos a nosotros.

Distinguida audiencia presente, con nuestro respeto y admiración para todos Ustedes, me dirijo como portavoz de un grupo que el destino nos señaló un común denominador… HABER SIDO PROTAGONISTAS EN UN ACCIDENTE CEREBROVASCULAR… y que hemos, junto con nuestras familias, ido superando y reedireccionando nuestras vidas de la mano de médicos y de sus capacitados equipos de trabajo, a los que vemos como verdaderos ángeles que se convirtieron en parte de nosotros y que con su sapiencia y paciencia nos impulsan para dar un paso hacia adelante día a día.

APRENDER a detectar los síntomas de un episodio de ICTUS es esencial para poder actuar rápidamente y así reducir las secuelas.

Nos sentimos privilegiados al haber encontrado respuesta médica oportuna a nuestros accidentes con diagnósticos puntuales que permitieron con conocimiento de causa la actuación de la medicina y la estabilización correspondiente.

MI EXPERIENCIA

Martes 1 de Noviembre de 2011… eran la 7 de la mañana y me disponía a dar inicio a las actividades cotidianas…

Al salir de la regadera empecé a sentir cosas muy extrañas en mi cuerpo, tales como pérdida del equilibrio y uno de mis brazos se colgó de forma muy intensa…mi boca se distorsionó y pude hablar muy lentamente, de manera desparpajada pero entendible… con gran dificultad pude llegar a la recámara y con la ayuda de mi esposa me recosté en la cama…existía un antecedente familiar con mi suegra, lo que alertó a ella a saber que hacer… NUNCA PERDI EL CONOCIMIENTO…

La reacción Inmediata de ella fue hablar al servicio de ambulancias que teníamos contratado, lo que permitió llegar al hospital de manera rápida… fue así como durante el trayecto en la ambulancia pude dar indicaciones a mi esposa (nombre de los doctores, hospital ha ser trasladado, credencial del seguro de gastos médicos y responder con dificultad la información solicitada por los paramédicos)…lo antes mencionado permitió que al llegar al hospital ya existiera un prediagnóstico que inició el protocolo médico correspondiente de acuerdo a la información monitoreada…

HABER TOMADO LA DECISIÓN DE TRASLADO A UN HOSPITAL DE ALTA ESPECIALIDAD CON LA INFRAESTRUCTURA ADECUADA PARA BRINDAR LA ATENCIÓN CORRECTA CON MÉDICOS Y PERSONAL DE APOYO CAPACITADOS, SIGNIFICARON GANAR VALIOSOS SEGUNDOSQUE FUERON BÁSICOS PARA EVITAR DAÑOS IRREVERSIBLES…

DESTACANDO LA VALORACIÓN COMO URGENTE PARA ACTUACIÓN INMEDIATA.

PERIODO POSTOPERATORIO

Terminada la operación y al recobrar el conocimiento de viva voz de mi esposa escuché…TE ENCUENTRAS BIEN, ESTAS EN CUIDADOS INTENSIVOS Y LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA FUE SATISFACTORIA…EL DOCTOR Y SU EQUIPO ESTARÁN MONITOREANDO TU EVOLUCIÓN Y ESPERAMOS CON LA GRACIA DE DIOS ESTAR PRONTO DE REGRESO EN CASA.

Después de haberla escuchado me sentía desconcertado y con mucha preocupación… le pregunté ¿que estoy haciendo aquí…?, que fue lo que me pasó…?

En ese momento me cayó el 20… emociones encontradas… tristeza pero también alegría… preocupación pero también esperanza…recibir tantas muestras de amor, cariño y apoyo fortalecieron mi espíritu y me sentía optimista de que pronto me iba a reponer física y mentalmente.

Paralelo a mi recuperación Miriam mi esposa, estaba en su segundo año de luchar contra un cáncer de mama…algún significado sobrenatural giraba en torno a nuestro futuro y llegamos a la conclusión de que tendríamos más vida para apoyarnos mutuamente y ver crecer a nuestros nietos y disfrutar la vida con optimismo y realizar los planes y proyectos que desde hace tiempo tenemos.

CONCLUSIÓN

Tenía 59 años de edad y 36 años de casado en el momento del accidente cerebrovascular, hoy tengo 67 y sigo disfrutando la vida como lo hacía antes de ese accidente, mis actividades laborales continúan y me considero apto y competitivo en lo que realizo profesionalmente…

Gracias a la atención médica recibida y a la rehabilitación programada, la reincorporación a mi trabajo fue muy pronto y en 40 días ya estaba en mi oficina de CANADEVI – Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de la Vivienda – realizando mis funciones como Director General…

EN NINGÚN MOMENTO BAJÉ LA GUARDIA, tampoco consideré lo sucedido como un impedimento para continuar mi camino…

DE GRAN IMPORTANCIA FUE TENER ACCESO A UNA REHABILITACIÓN DE CALIDAD EN DONDE LA DISCIPLINA NUTRICIONAL Y LOS EJERCICIOS FÍSICOS SEÑALARON LOS OBJETIVOS A CUMPLIR.

FUE UN PARTEAGUAS que exigía un reacomodo de ideas, más no de ideales…

FUE UNA DURA PRUEBA que fortaleció el amor con mis seres queridos que se convirtieron en medicina espiritual y fuente inspiradora para salir avante y revitalizado y juntos dimos vuelta a la pagina…

Siempre estaremos agradecidos con Dios por su enorme bondad… con los médicos que con su talento y capacidad estuvieron y siguen estando pendientes de mi estado de salud…y con todos aquellos que elevaron sus plegarias y tuvieron palabras de ánimo en los momentos difíciles.

GRACIAS