El desarrollo de los sistemas de atención de la Enfermedad Vascular Cerebral en México: muchos desafíos, pero más áreas de oportunidad.

José Merino, MD

Declaratoria

Hace dos semanas, la Academia Mexicana de Neurología (AMN) celebró su 37 ª reunión anual de la hermosa ciudad de Mérida, Yucatán, un paraíso culinario, musical y arqueológica. Tuve el honor de participar, junto con los Dres. Antonio   Arauz, José Luis Ruiz-Sandoval   y Marco Antonio Alegría, en un simposio sobre el desarrollo de los sistemas de atención  de la Enfermedad Vascular Cerebral organizado por el Dr. Fernando Barinagarrementeria.México es un país en desarrollo (PIB $ 1,178,000,000,000) con 121 millones de habitantes. Tiene una larga tradición en la implementación de iniciativas en salud pública y ahora cuenta un sistema de asistencia médica que se propone se de cobertura universal. La esperanza de vida al nacer es de 77 años. Pero casi 20 años después de la publicación del estudio NINDS tPA, <3% de los pacientes con un accidente cerebrovascular se tratan con trombolíticos u otras intervenciones agudas, a pesar del hecho de que el 24% de los pacientes llegan al hospital dentro de las 3 horas de aparición de los síntomas (casi la mitad llegan al hospital dentro de las 6 horas.) Al igual que en muchos otros países, incluyendo los EE.UU, muchos factores contribuyen a la escasa utilización de esta opción de tratamiento, incluyendo un sistema de salud fragmentado, la falta de un sistema de emergencias médicas coordinado y la pobre respuesta dentro de los hospitales, la no disponibilidad de trombolíticos en algunos hospitales, el acceso limitado a la toma de imágenes, el escaso conocimiento de los signos y síntomas del accidente cerebrovascular en la población general, y el temor de los médicos acerca de los riesgos de los tratamientos con accidente cerebrovascular agudo.

Pero estos retos destacan varias oportunidades de intervención. Los participantes en el simposio y el público coincidieron en la necesidad de implementar un sistema coordinado de atención del ictus en México que involucra al público, la sociedad civil, grupos de médicos, socorristas, hospitales, organizaciones de salud pública y el gobierno. Me sentí alentado al ver que los representantes de la Secretaría de Salud y el Seguro Popular se encontraban en la audiencia, y mi esperanza es que ellos salieron de la reunión con una mayor conciencia de la carga de los accidentes cerebrovasculares y los recursos humanos, los beneficios sociales y económicos del diagnóstico rápido , el transporte y el tratamiento de pacientes con accidente cerebrovascular.

La Asociación Mexicana de Enfermedad Vascular Cerebral ( AMEVASC ) es la organización más grande de especialistas en ictus en el país. Es un grupo pequeño pero muy activo cuyos miembros trabajan juntos para aumentar la conciencia pública sobre el reconocimiento de los síntomas del accidente cerebrovascular, promueven una alta calidad de la atención al ictus en los hospitales y participan en la investigación del accidente cerebrovascular. Han establecido registros nacionales de ictus isquémico y de hemorragia intracerebral y participan en estudios internacionales y en estudios multicéntrico como IST-3 y SPS3. También han desarrollado guías de práctica para el tratamiento del accidente cerebrovascular y la prevención. Todos los ponentes del simposio (me incluyo) son miembros de AMEVASC, la organización que está liderando el esfuerzo para mejorar la atención a niveles estatales y nacional.

Al final del simposio, los participantes firmaron la Declaración de Mérida, una llamada a la acción para los médicos, los hospitales, los proveedores del sistema de emergencias médicas, el público, las ONG y los gobiernos estatales y nacionales para trabajar juntos en el desarrollo de sistemas de la atención de la Enfermedad Vascular Cerebral en todo el país. Este es el primer paso en el desarrollo de un sistema de atención que promoverá la formación de centros de ictus, la identificación rápida y oportuna de los pacientes el transporte rápido a los hospitales, la atención inmediata en la sala de emergencias  y el acceso a los tratamientos más eficaces para los pacientes con accidente cerebrovascular en México.